miércoles, 28 de agosto de 2013

Los usos de la energía solar: en casa de familias

 Apenas se levanta, Jorge sabe que ya tiene el agua caliente para el mate. Sólo tiene que ir hasta una caja de madera, que en su interior tiene una serpentina. En un extremo ingresa el agua fría y por el otro sale caliente. "Uno puede bañarse con esta agua caliente, lavar los platos, la ropa, todo con el calefón solar. Existe un sistema muy económico con manguera negra y otro un poco más costoso con caños, pero ambos son eficientes ya que uno necesita entre 50 y 80 grados de temperatura para los distintos usos", explica Jorge Curzel, quien se define como un reciclopata. "Todo lo que hacemos es con material reciclable", asegura.

Mientras Jorge nos lleva en una recorrida por su casa, su esposa amasa el pan que luego pone dentro de otra caja de maderas, pintada de negro en su interior. Lo rayos del sol impactan en una puerta de vidrio colocada a 45º. En menos de una hora, el pan está listo para disfrutar en la mesa. La otra parte del almuerzo se cocina en una especie de pantalla parabólica realizada con cartón y revestido con papel aluminio. "Ahí podemos hacer de todo, desde hervir las verduras hasta cocinar un pollo con arroz o con papas", dice orgulloso Curzel.
 En otra parte del patio, donde la temperatura ambiente llega a los 38 grados, se ve un gabinete vertical con varias bandejas que tienen mayas plásticas donde se apoyan rodajas de frutas y verduras. El aire, que ingresa por una rampa, es calentado por los rayos solares y sube hasta la superficie. En su recorrida quita la humedad de la fruta, la seca y los convierte en los conocidos "orejones".
"En el secador ponemos desde uva, hasta peras, manzanas y tomates. Cuando el tomate está seco lo guardamos y en el invierno lo usas para hacer salsas. Yo suelo ponerlo en agua y recupera una parte de su tamaño, luego lo picamos y sirve para el tuco", explica Jorge. Con puesta del sol hay que complementar la energía solar con otras tradicionales. La garrafa es una de esos soportes para hacer la cena, pero a la hora de prender la luz, aún se puede utilizar la energía solar. Esto lo permite un panel, una batería y un conversor que transforma 12 voltios en 220. "Con eso puedo encender la computadora, un equipo de música y tres lámparas de bajo consumo", destaca Curzel.
Jorge Curzel aclara que la energía solar no reemplaza a otros tipos de energía. "La energía solar complementa otros tipos de energía. Yo tengo energía eléctrica en mi casa, pero en varias ocasiones cuando hubo cortes de luz, el barrio estaba a oscuras y yo tenía iluminación. Lo mismo me pasa con la garrafa. Puedo tenerlas o no. Si no las tengo no me hago problema porque siempre está la alternativa de la energía solar", dice. Curzel viene realizando talleres de capacitación para todos aquellos que quieran aprender los beneficios y la forma de armar cada aparato. Se lo puede contactar al mail vikingo2030@yahoo.com.ar.

"La energía solar no reemplaza a otras, sino que la complementa. Si se corta la luz eléctrica, yo pongo en funcionamiento el panel solar y ya tengo luz".

(Artículo publicado en "La Comuna" 14 de enero de 2013)